Zdravko Joksimović
Zdravko Joksimović con sus trabajos, su procedimiento, sus posturas filosóficas, es un artista – máximo reflejo expuesto de la sociedad. Su trabajo artístico no se entiende sólo como un sistema estético, sino a la vez es una investigación continua de su alrededor; descubriendo nuevas posibilidades, de conjugo entre los elementos y así presenta otra verdad, teniendo una relación continua con la vida social, con contextos políticos, introduciéndoles en su obra.
Lo que Joksimović consigue en su obra es “no deshacerse” de la narrativa sino aplicarla en el mundo de “termómetros sin graduaciones”. A diferencia de utilizar las artes visuales como correlador ilustrativo de simbolismo verbal, este arte utiliza lenguaje, sus paradojas, pero también su poética, para establecer un sistema específico para la interpretación de la escultura que siempre coge la materialidad como punto de partida de la expresión. La materialidad de Joksimović no es una vuelta hacia “la verdad en el material” sino más bien la revelación de “la no-verdad”, la decepción de un material, decepción que encontramos en el lenguaje y en nuestra habilidad verbo central de leer. De manera análoga a la literatura generalmente utilizando imágenes como sus referencias nutridas, Joksimović utiliza palabras como materia de base para descubrir varias funciones de un objeto mientras busca el significado a través de la explotación del objeto en sus contextos.
